15 de Mayo 2004

Manager

John se levantó de la cama de un bote. Hoy iba a ser el gran día, hoy su vida iba a cambiar.
Subió al coche y fue hacia el local. Ahí estaban sus chicos, dispuestos a triunfar. Estaban montando ya todo el escenario, y pronto harían las pruebas de sonido.
John vio a unas chicas entrar al local. Una, morena, alta, con una sonrisa en la boca. La otra, rubia, no muy alta, pero con las mejores piernas que había visto en mucho tiempo. Fue hacia ellas.
- ¿Venís a ver a mis chicos?
- ¿Son tuyos?
- No, pero soy su manager.

El concierto empezó y John estaba más pendiente de la rubia que de “sus chicos”. Se llamaba Natalie, era una niña de papá. Rica y tonta.
John, deseoso de ser un manager rico e importante, quiso aprovecharse de Natalie. Se veía muy fácil, era tan tonta y el tal listo... Que hacerse rico era una cuestión de tiempo.
Natalie se enamoró de el. Y le daba todo lo que le pedía, absolutamente todo.
Noche tras noche John conquistaba a Natalie en la cama. Y ella, fascinada, se deshacía ante sus pies.

Con el dinero del grupo y de su rubia de bote, John se compró un cadillac. Rojo, precioso. El grupo iba más bien que nunca, estaban preparando ya el segundo disco. Eran conocidos en todo el estado, tenían miles de groupies a su alrededor.

Pero un día, a Natalie se le aclararon las ideas. Vio lo que John estaba haciendo con ella, y quiso vengarse. Era rubia, pero no tonta. Así que pidió ayuda a su amiga. Decidieron emborracharle más de lo normal, y meterle algún que otro somnífero a la bebida. John, aficionado a beber en todos los conciertos hasta echar el hígado por la boca, se bebió todo lo que Natalie le ofrecía.
Al acabar el concierto Natalie dijo que se quedaba con una amiga que estaba mal, que John fuera tirando para casa.
El maravilloso manager subió en su maravilloso cadillac. Aceleró, quería comprobar cuanto podía correr su cadillac, su maravilloso cadillac rojo. Se metió por unas carreteras peligrosas que había por la zona.
Algo fallaba, el coche se le desmadró, y daba la sensación de que había más curvas que nunca. Una fuerza superior a su cerebro se apodero de todo su cuerpo. El miedo. Sentía miedo, mucho miedo. Sus manos no respondían, y su pie no soltaba el acelerador en ningún momento. Su maravilloso cadillac aprendió a volar por un momento, voló por el barranco, con el maravilloso manager dentro. Pero todo lo que sube baja, y el cadillac bajo en picado.


John estuvo cinco meses en coma. Y todos los de su alrededor se vengaron de el durante los cinco meses.

Cuando este despertó, el mundo se le vino encima, no le quedaban amigos, porque los había dejado ya que no estaban a su altura. No tenía a sus chicos, porque no le soportaban ni como amigo ni como manager. Su rubia tonta (aunque John dudó de que en algún momento fuera tonta) reparo el cadillac, que quedo mejor que el dueño y se fugo con el bajista del grupo. Le habían embargado la casa de la playa, la de la montaña y la de la cuidad. No tenía dinero, Natalie saco todo el dinero de su cuenta bancaria antes de fugarse. Sus padres no le querían en casa, porque era un incompetente. No le quedaba nada, solo 3 cicatrices por el cuerpo y un vago recuerdo de todo.

Escrito por sepsena a las 15 de Mayo 2004 a las 11:40 AM
Comentarios

Pues sí que se quedó solo sí...Le devolvieron la pelota y pagó con creces...

Escrito por Lyzzie a las 15 de Mayo 2004 a las 11:12 PM
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