Hay un contrabandista en mi interior. Trafica con mis sentimientos, mis ideas, mis lágrimas, mis sonrisas, mis palabras de elogio, mis caricias, mis besos, mi rabia... me han contado que lo vende todo a un módico precio.
No ha dejado nada en mi interior. Hoy le he visto, llevaba un saco de sonrisas en la mano, y he intentado negociar con el.
- No me puedes dejar sin nada, sin lo que me quitas, no soy nadie...
- Y a mi eso que me importa, yo me gano la vida haciendo esto.
- Déjame negociar contigo, si quieres te lo compro todo otra vez, ¡pero yo no podría vivir así!
- Está bien, te lo vendo al doble de precio. ¿Aceptas?
- Acepto. Te compro este saco de sonrisas que llevas, para empezar.
- Uy no, este es un encargo, esta tarde te traigo los sacos que me quedan en el almacén.
- Está bien.
Por la tarde, lo he visto llegar con cinco sacos cargados sobre el hombro.
- Aquí tienes; lágrimas, tristeza, rabia, dolor y odio.
- Pero... ¡Todo esto es lo peor que hay dentro de mi!
- ¿Tu no me pediste que te devolviera todo lo que te había quitado? Pues aquí lo tienes, mañana te traeré más.
- Está bien, ¿cuanto cuesta?
- 50.000
- ¡¿Cómo?!
- A ver, ¡lo quieres o no!
- Sí, sí...Toma.
El contrabandista se ha ido, y me ha dejado con mis lágrimas, mi tristeza, mi rabia, mi dolor y mi odio. Al rato, decido ir a pedir un crédito al banco para poder comprar todo lo demás, ya que me había quedado sin dinero.
En el banco, al contarles que un contrabandista roba en mi interior me han tomado por loca y no me han dado ni un céntimo.
Durante la noche, no he podido dormir. Las lágrimas han humedecido mis ojos, la tristeza me ha inundado, la rabia me ha poseído, el dolor me ha taladrado la cabeza y el odio se me ha inyectado en la sangre.
Por la mañana, ha vuelto.
- Aquí tienes; sonrisas, besos, caricias, ideas y palabras de elogio.
- No lo puedo comprar, me he arruinado.
- Lástima, entonces me voy. Cuando tengas dinero, me llamas.
Desolada, me he ido hacia las calles llenas de gente a la que sus sacos de sonrisas nunca han llegado a sus cuerpos, y he pedido dinero para comprarme una sonrisa. Nadie se ha parado a darme dinero, nadie me ha mirado a los ojos.
Al final he desistido, y he pensado en buscarme un trabajo triste, donde pueda llorar en los lavabos, tenerle rabia a mi jefe, sentir dolor al recordar viejos tiempos y odiar mi nueva vida.
jooo q bonito... pero algo triste. Yo te dejo dinero xa q te cmpres alguna sonrisa, a ver si llega cn lo q tengo, q tampoco es mucho.
Y un besazo de regalo!
Me sumo al donativo de hertsbreaking, no sumará mucho, pero por lo menos espero que tengas para comprar un par de sonrisas! Besos!
Escrito por Lyzzie a las 16 de Junio 2004 a las 09:36 PMgracias a las dos, creo que con los 5 que me he encontrado hoy por la calle y lo que me dejeis, me llega para alguna que otra sonrisa ;)
Escrito por sepsena a las 17 de Junio 2004 a las 11:44 PMyo tambien tengo un contrabandista.. pero en el interior de otra persona.. :)
Escrito por Dalex a las 19 de Junio 2004 a las 11:34 PMPero tu contrabandista sera bueno ;)
Escrito por sepsena a las 20 de Junio 2004 a las 07:17 PM¿Porque no te fabricas más sonrisas? La maquina que las hace esta dentro de ti. La materia prima es infinita y por tanto muy barata.
Escrito por Träne a las 20 de Junio 2004 a las 07:37 PMTrane, lo intento, pero parece que la maquina se ha estropeado.. solo me queda pedir
Escrito por sepsena a las 20 de Junio 2004 a las 09:23 PMDescubre esas piezas que fallan, seguro que al final acabas arreglando la maquina.
A mi tampoco me sobran sonrisas, pero las comparto gustosamente contigo, espero que te sirvan de algo.
Escrito por Träne a las 21 de Junio 2004 a las 04:05 PM