Tengo miedo de llegar a casa y encontrarme otro cambio. Ayer, llegue y todo me pareció un sueño (o una pesadilla). De repente, tenía madrastra, hermanastro y un conejo.
Lo siento, pero estos cambios no me gustan de un día para el otro.
El niño, es hiperactivo, 4 años, más listo que el hambre.
La madre, se ríe en cada frase que suelta alguien.
Y el conejo... el conejo es alvino, y me mira de reojo con esos ojos rojos que me dan miedo, pero al menos no habla.
Ayer tuve que cenar, no pude estar en el ordenador más de 5 minutos y no pude escuchar música, porque mi música no concuerda con el ambiente familiar que ha aparecido en esta casa.
El niño esta tarde ha vuelto. Me asusta... Tiene los ojos de ZP.
He decidido quedar como la rarita de la casa, encerrarme en el cuarto, poner música y estar en el ordenador el tiempo que me parezca. Y por supuesto, no me voy a sentar en el comedor para cenar como la familia más feliz de la tierra.
Me gusta esta gente, pero no me gusta tener que hacer ver que soy una hija modélica.
Bueno, si el niño tiene los ojos de ZP, quizá te proponga un pacto. ;) Ánimo
Escrito por Esquivando a las 6 de Mayo 2004 a las 03:36 AMjajaja un pacto de un niño de 4 años no puede ser nada productivo...
gracias